Tenìas Que Ser Tú Ukulele chords by Silvana Estrada

Tuning: G C E A (G C E A)

El ritmo es como de muy rápido y al final de cada verso sólo se queda sin hacer el regreso. Se escribe en
4/4 pero es recomendable marcarlo en 2/4

Verso 1:
             Em
Entre tanta gente
              Em
Sin ir a buscarte
               Am
No sé qué me hiciste
   B            Em
Pero vivo diferente
                  Am
No sé qué me hiciste
  B             Em
Pero vivo diferente

Verso 2:
            Em
De casualidades
              Em
Se emborracha el mundo
                Am
Pa' decir que te amo
  B             Em
Aunque a veces me confundo
                   Am
Pa' decir que te amo
  B             Em
Aunque a veces me confundo


Pre-coro:
           D                     G
¿Qué voy a hacer sin el negro de tus ojos?
           B7                      Em
Que hasta la noche ya no quiere oscurecer
           D                      G
Y para bien, estas manos que te habitan
          B7                     Em
Y para mal, hoy te extraño más que ayer


El puente repite los acordes de los primeros versos. Si no llego percusiones de acompañamiento prefiero
Volver a tocar sólamente el Em y hacerlo en notas de octavos.


Coro:
   G                       B
Ay, ay, ay, ¡tení­as que ser tú!
     Am                    B
Para bien o para mal, tení­as que ser tú
   G                       B
Ay, ay, ay, ¡tení­as que ser tú!
     Am                    B
Para bien o para mal, tení­as que ser tú


Pre-coro:
           D                     G
¿Qué voy a hacer sin el negro de tus ojos?
           B7                      Em
Que hasta la noche ya no quiere oscurecer
           D                      G
Y para bien, estas manos que te habitan
          B7                     Em
Y para mal, hoy te extraño más que ayer


Coro:
   G                       B
Ay, ay, ay, ¡tení­as que ser tú!
     Am                    B
Para bien o para mal, tení­as que ser tú
   G                       B
Ay, ay, ay, ¡tení­as que ser tú!
     Am                    B
Para bien o para mal, tení­as que ser tú